En barco a Nueva York





En barco a Nueva York

Cuento matemático

Alicia Yaiza


Estaban muy ilusionadas, por fin había llegado el día. Llevaban meses esperando con ansiedad este viaje. Su padre les había prometido ir a Nueva York en el transatlántico más lujoso. La idea era fantástica: cosas de papá, siempre con propuestas originales.

Las gemelas llegaron al puerto de La Haya con su inseparable institutriz. Allí un montón de barcos de todos los tamaños esperaban su partida. Entre yates y buques de mercancías se encontraba el fabuloso transatlántico que las llevaría a Nueva York.

Subieron al impresionante barco y se instalaron en su camarote. Compartirían camarote con la institutriz, otra de las brillantes ideas de papa. Así estarían vigiladas día y noche.

Según les había dicho su padre, el trayecto duraría siete días y siete noches, exactamente. Había tiempo suficiente para recorrer el barco de arriba abajo. Siempre y cuando pudieran tener entretenida a la maestra, claro. Había que buscarle alguna distracción para poder perderla de vista. En caso contrario, la aventura transatlántica no sería tal.

Antes de zarpar, vieron cómo una embarcación idéntica a la suya atracaba en el puerto de la Haya. Se trataba de un barco de la misma compañía naviera. Probablemente había realizado el trayecto inverso al que ellas estaban a punto de comenzar.  


Uno de los miembros de la tripulación pasó cerca de las gemelas. ¿Un posible entretenimiento para la cuidadora? Había que entablar conversación con este elegante oficial antes de que se escapara.

_Disculpe, señor ¿este barco viene de Nueva York? preguntó una de las gemelas señalando al transatlántico que acababa de atracar en el puerto. 

_Así es, señorita_, respondió el tripulante. La respuesta había sido demasiado breve, la presa no era fácil.

_Y ¿salen muchos barcos como este desde Nueva York?, preguntó la otra gemela, por preguntar algo.

_Sale uno cada 24 horas_. Otra vez una respuesta seca.

_Ah, muy bien, y ¿tardan lo mismo en llegar a desde Nueva York a La Haya que desde La Haya a Nueva York?

_Exactamente lo mismo, señoritas, y ahora, si me disculpan, tengo que ir a trabajar_ fue la respuesta del oficial.

_Una última pregunta y no le entretendremos más, ¿Con cuántos barcos como este nos encontraremos en el camino? _ insistieron las gemelas.

Pero el oficial ya se había ido.

De pronto, una voz lejana dijo:

_Con catorce barcos señorita_ era un anciano que había oído la conversación. Aunque parecía amable, no era el tipo de la institutriz.

_ ¿Con catorce barcos? ¿Está usted seguro? Si sale uno cada 24 horas y nosotros estaremos viajando durante siete días, ¿cómo podremos cruzarnos con catorce barcos?

_Con catorce barcos nos cruzaremos_ dijo el anciano.

Esa respuesta no convenció a las gemelas. Probablemente ese señor no sabía muy bien de qué estaban hablando.

_Contaremos los barcos hasta llegar a Nueva York_ dijo una de las gemelas en voz alta.

El barco zarpó. Las gemelas continuaron buscando un entretenimiento para su institutriz. No fue una tarea fácil pero se las ingeniaron para hacer sus travesuras durante el trayecto. Cuando llegaron a Nueva York ya conocían todas las estancias del barco, incluyendo la sala de máquinas. Fue el capitán quien se había ofrecido a acompañarlas y parece que, al final, él y la institutriz habían congeniado.

Cuando se disponían a abandonar la nave se encontraron con el anciano señor.

_Señoritas, ¿contaron ustedes los transatlánticos idénticos a este con que nos hemos cruzado?

_Así es, hemos contado los barcos y tenía usted razón: catorce barcos se han cruzado con nosotros, ¿cómo puede ser?

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¿Qué crees que pasó? ¿Con cuántos barcos piensas que deberían haberse cruzado? ¿Contaron bien las gemelas?

Resumiendo: 
Sale un barco desde Nueva York a La Haya cada 24 horas
El viaje dura 7 días y 7 noches
¿Con cuántos barcos se cruza un navío idéntico que realiza el trayecto inverso, desde La Haya a Nueva York? (El viaje desde La Haya a Nueva York se realiza también en 7 días y 7 noches.)


Si pensaste que debían haber encontrado siete barcos, te equivocaste. Puesto que ya estaban de camino seis barcos cuando ellas zarparon, se encontraron con estos seis más otros siete que zarparon mientras ellas estaban navegando. Son por tanto, trece barcos más el barco que encontraron a llegar a Nueva York y que estaba a punto de salir. En total, catorce.
Los encuentros tuvieron lugar a medio día y a media noche. 

El problema de encuentro de barcos fue inventado por Edouard Lucas, matemático francés del siglo XIX. El cuento es de Alicia Yaiza.

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